yo era de los que tenía excesivo respeto por el rival, siempre intentaba tirar bolas que no dieran al cuerpo y bolas que al menos tuviesen la posibilidad de devolverlas aunque fuera complicado... me sentía mal si me cebaba con el rival... hasta que pedí que me subieran de nivel y me dijeron que no porque no ganaba partidos contra gente peor que yo... desde entonces no tengo miramientos, la reviento hasta desde mi casa, y si le doy a alguien, mala suerte.
Igual que en los calentamientos, que tu te lias a tirar bolas perfectas y luego cuando te calienta el otro cuando estás atrás te hace dejadas y cuando estas delante te tira globos... y para remates y bandejas todas las bolas al hombro izquierdo pasaditas... pues desde entonces, yo caliento lo mio... desde el fondo juego fuerte, las voleas las plancho todo lo que puedo y los remates donde vayan hasta que tenga el brazo caliente...
Desde entonces, voy con decisión a todo, y las voy sacando... más por fuerza que por técnica.